Más allá de los 55: postmenopausia y nuevas realidades
Las mujeres seguimos evolucionando incluso cuando los cambios hormonales ya han completado su ciclo más evidente. A partir de los 55 años, dejamos atrás la etapa más sintomática de la menopausia y entramos en una nueva realidad: la postmenopausia. Ya no se trata solo de gestionar los sofocos o el insomnio, sino de atender las secuelas a largo plazo que esta transformación ha dejado en nuestro cuerpo. Es un momento crucial para seguir cuidándonos, ahora con una mirada más preventiva, integral y amorosa.
¿Qué ocurre en la postmenopausia?
La postmenopausia se inicia aproximadamente un año después de la última menstruación, pero se extiende durante décadas. En sus primeras fases (los primeros 2 años), algunas de nosotras aún podemos sentir sofocos, alteraciones del sueño o labilidad emocional. Pero con el tiempo, esos síntomas agudos suelen disminuir, dando paso a otros cambios más silenciosos, pero igual de importantes:
-
Pérdida progresiva de masa ósea: aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas.
-
Disminución de masa muscular (sarcopenia) y mayor rigidez articular.
-
Sequedad y fragilidad en mucosas, especialmente la vaginal y la urinaria.
-
Mayor predisposición a infecciones urinarias o vaginales.
-
Problemas circulatorios o sensación de piernas cansadas.
-
Cambios metabólicos: tendencia a ganar peso y mayor resistencia a la insulina.
-
Cambios en la piel, el cabello y el colágeno tisular.
-
Riesgo cardiovascular aumentado.
Estos cambios no son enfermedades en sí mismos, pero pueden afectar profundamente nuestra calidad de vida si no los atendemos a tiempo.
Prevenir es vivir mejor
En esta etapa el objetivo ya no es tanto “calmar síntomas” como preservar nuestro bienestar y prevenir complicaciones. Nuestra salud está en nuestras manos más que nunca. Y pequeños cambios pueden marcar grandes diferencias. Toma nota:
-
Fortalecer la musculatura con ejercicios de fuerza y resistencia adaptados.
-
Cuidar la alimentación, asegurando un buen aporte de calcio, proteínas, vitamina D y antioxidantes.
-
Dormir bien y respetar nuestros ritmos.
-
Mantener una vida social activa y estimulante.
-
Realizar controles médicos periódicos: densitometría ósea, perfil lipídico, función renal, chequeos ginecológicos.
Y en paralelo, podemos apoyarnos en complementos nutricionales diseñados para acompañar esta nueva etapa de forma segura, natural y eficaz.
Nuestros aliados Orissens en la postmenopausia
A continuación, una selección de productos especialmente útiles para acompañarnos después de los 55:
-
Orissens Woman Íntima Balance y Orissens Woman Cistibalance Forte: nos ayudan a regular la flora vaginal y las mucosas urinarias, que pueden dar molestias a causa del comienzo del adelgazamiento de la mucosa vaginal.
-
Orissens Articulaciones Colágeno Forte y Orissens Cannabis PEA Forte: recomendados si comenzamos a sentir molestias articulares, cansancio muscular o dolor generalizado.
-
Orissens Woman Piernas Ligeras (oral y crema): para quienes sufren pesadez, hinchazón o problemas circulatorios.
-
Orissens Inmuno Forte: a medida que envejecemos, el sistema inmune se debilita. Este complemento ayuda a reforzar las defensas, especialmente en épocas de frío o en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Vivir más, pero sobre todo mejor
La esperanza de vida de la mujer española supera los 87 años. Eso significa que más de un tercio de nuestra vida puede transcurrir en la etapa postmenopáusica. Y no se trata solo de llegar lejos, sino de llegar bien: con vitalidad, autonomía y alegría.
Ya no tenemos que demostrar nada. Ya no debemos correr detrás de todo. Es tiempo de sabiduría, de reencuentro con nosotras mismas, de priorizar lo que realmente importa.
Salud y plenitud en todas las dimensiones
El enfoque integral cobra ahora más sentido que nunca. Nos cuidamos no solo para evitar enfermedades, sino para vivir con dignidad, alegría y energía. Cuerpo, mente y emociones siguen siendo un sistema interconectado:
-
Carrocería (cuerpo): ejercicio y alimentación adaptada.
-
Motor (cerebro): descanso, estimulación intelectual, salud emocional.
-
Combustible (hábitos de vida): relaciones significativas, bienestar social, tiempo para nosotras.
Nosotras, las mujeres, merecemos vivir esta etapa sin miedos, sin silencios, sin tabúes. Con herramientas que nos acompañen y con la libertad de redefinir lo que significa ser mujer a partir de los 55.
Porque no es el final de nada. Es el inicio de una nueva vida. Y estamos listas para vivirla con plenitud.